Medio Natural

Autoría: Herminia Pernas Oroza.

El municipio de Burela está situado en el norte de Galicia, en la provincia de Lugo y pertenece a la comarca de A Mariña Central. Cubre un área de 8.2 km²; y sus coordenadas geográficas (43 ° 39'38 "N y 7 ° 21'30" W) la sitúan en uno de los lugares más septentrionales de la Península Ibérica.

Limita al norte y al este con el Cantábrico, al sur con la parroquia de San Pedro de Cangas (Foz), y al oeste con las parroquias de San Román de Vilaestrofe, Santiago de Sargadelos y Santa María de Cervo, pertenecientes al municipio de Cervo.

Burela se encuentra en la base de los montes Castelo, Vilar, Pena da Guía, A Puída y Berdión (que hace de frontera entre los municipios vecinos de Cervo y Foz); y se forjó alrededor del mar y el barro: el “Príncipe Azul” y la Burela de la C-101 (nombre técnico del caolín).

La morfología del litoral gallego favorece la existencia de numerosos cabos tanto en el sector occidental como en el norte y aquí tenemos uno: Cabo Burela: una punta, una piedra, un pueblo.

 

Cabo Burela

 

No es el punto más occidental de la Península Ibérica (Cabo Touriñán) ni el más oriental (Cabo Creus) ni se encuentra posiblemente entre los cabos más importantes de España o Galicia, pero se encuentra entre los cabos más conocidos de la provincia de Lugo.

Con el nombre de Cabo Burela o Burela de Cabo aparece en todos los mapas y cartas náuticas, dando nombre a la localidad. También se la conoce como "la punta del Cabo"; y en cuanto a ser una piedra, en pureza, es más bien un conjunto de rocas porque la PIEDRA con mayúsculas es la piedra del faro.

Envuelta en un ambiente costero castreño, fue testigo silenciosa de cuando Burela era más agricultor que marinero y los agricultores llegaban a la misma orilla. En el Cabo, los muchachos alineaban sus vacas, y bajo sus piedras se refugiaban cuando llovía y hacía fuego. Para los marineros no valía como referencia pero si realiza otro cometido, tal es actuar como divisoria de aguas: cuando llueve de Sur, es decir del cabo, llueve en San Ciprián y en Burela no; y por si sopla: “viento del cabo se quedó la noche”.

Otro rasgo muy representativo del litoral norte de la provincia de Lugo es la existencia de un litoral rectilíneo hacia el límite con Asturias: la denominada rasa cantábrica, de superficie plana, de erosión escalonada que forma un dúo con la costa cantábrica y se extiende de forma continua, desde Burela a Ribadeo aunque continúa hacia el este hasta San Vicente de la Barquera (Cantabria).

Y por último, pero no menos importante, está el área geológica de Castrelo,

Desde el punto de vista geológico destaca la zona de Castrelo, una de las zonas más interesantes de la Península Ibérica por ser la confluencia de la rasa cantábrica (cuarcitas) y el batolito de San Ciprián (granito), formando grandes pliegues plegados.

En sus orígenes, Burela era un humedal: en la confluencia con la parroquia de Cangas había cinco torrentes: el río Vilachá y los arroyos de Areoura, Lamestra, Perdouro y Torrentes. Hoy prácticamente han desaparecido pero hasta hace poco más de un siglo ofrecían mucha dificultad para quienes debían transitar, sin ningún puente, entre las parroquias mencionadas (Cangas y Burela). As Torrentes designa por tanto una zona donde descendían las aguas que llegaban al mar en la playa de Castrelo.

En el barrio de Burela de Cabo se encuentra el río As Pasadiñas, junto con el lavadero y la fuente del mismo nombre. Este río se canalizó y ahora fluye bajo tierra hasta desembocar en el puerto. Antes descendía desde Burela de Cabo hasta el puerto, pasaba por la calle denominada “O Río” y cruzaba la vía principal por debajo de un puente de piedra, cuya cima aún hoy se puede ver.

En el barrio de Vila do Medio se encuentra el río Pomeda que desemboca en la cala de Ril. Y en el mismo barrio también hay otro lavadero y otra fuente, la de A Lamela. A orillas del río Pomeda, también llamado río Cinoche, río Ribela o río Val de Pomeda, se encuentran los viejos castaños de Souto de Pedro.

En cuanto al clima, A Mariña de Lugo tiene un clima oceánico con fachada cantábrica, caracterizado por una disminución relativa de las precipitaciones, que se sitúa entre 800-1.000 mm anuales con respecto a la fachada atlántica, aunque sin aridez estival. Esta variedad se caracteriza por tener inviernos frescos y veranos suaves. Una de las características del clima cantábrico son las nubes de estancamiento que forman las masas de aire húmedo de la componente norte cuando chocan con la Cordillera Cantábrica, que discurre paralela al mar. Estas nubes estancadas son muy conocidas por los conductores que bajan de Terra Cha a A Mariña, porque son las que dan lugar a las frecuentes nieblas que encuentran al pasar por Gañidoira cuando toman la carretera de Viveiro, o Xesta, hacia A Mariña Central.

El viento del noreste cuando pasa sobre el Cantábrico se carga de humedad y, cuando llega a tierra, se condensa y forma nubes que a cierta altura parecen niebla. El viento del noreste y el calor necesario para que se produzca este fenómeno son más habituales en primavera y verano, cuando en el caso particular de Burela, las nubes cubren por completo el monte Castelo.

Flora y Fauna

Las especies vegetales más comunes son: "toxeiras", producto de la deforestación del monte, "Salgueiros", "Piñeirais", actualmente sólo constituyen el 10% de la superficie en las cuatro provincias. "Eucalyptus", durante los últimos 25 años es la especie más cultivada para el aprovechamiento de su madera en la fabricación de pasta de celulosa y también como borde protector y paramento de otras plantaciones. Por último, las "xunqueiras marítimas".

Respecto a la fauna que existe en el Ayuntamiento de Burela, hay que señalar la fauna de monte: Corzo, jabalí, raposo, ardillas, y martas; y aquella propia de las zonas costeras: aves marítimas como las gaviotas y los cormoranes; y crustáceos como las lapas, vígaros o caramujos, erizos... además de abundancia de moluscos que harán más tarde las delicias de nuestra aclamada gastronomía.