Burela, de Parroquia a Ayuntamiento

Autoría: Herminia Pernas Oroza.

La cuestión municipal generó un intensísimo debate durante todo el siglo XIX; dándose las primeras medidas relativas al régimen local durante las Cortes de Cádiz, en sendos decretos de 1812 y 1813.

En 1835 se publicó una nueva lista de ayuntamientos de la provincia de Lugo, en la que aparecía la parroquia de Santa María de Burela incluida dentro del ayuntamiento de Nois.

Pero fue por poco tiempo, ya que a partir de 1840 pasó a pertenecer al ayuntamiento de Cervo, en el que se mantuvo como feligresía hasta 1994.

Sin embargo, su historia como ayuntamiento propio empezó a gestarse mucho antes: a comienzos de los años setenta del pasado siglo, cuando se tramitó el expediente de cambio de nombre y capitalidad del municipio, así como la construcción en Burela de la Casa Consistorial.

Diez años más tarde, el expediente aún no se había resuelto por lo que esa propuesta fue sometida a votación en pleno municipal (11 de febrero de 1983) a fin de agilizar una pronta y favorable resolución de dicho expediente. Contrariamente a lo esperado, la respuesta plenaria no dio lugar a ningún cambio al no lograrse el voto favorable de las dos terceras partes de los concejales.

Otro intento de cambio surgió de la red de asociaciones vecinal. Numerosas asociaciones manifestaron su adhesión a esta petición al tiempo que se mostraron contrarias a la construcción del actual Consistorio en Cervo. Enseguida se intensificaron las peticiones de segregación de la parroquia de Burela por lo que pasó a gestionarse el cambio de nombre del ayuntamiento de Cervo por el de Burela.

Las asociaciones locales manifestaron su unánime apoyo a esta propuesta, pero no así los partidos políticos representados en el gobierno local, a quienes se pidió –sin mucho éxito- que incluyesen en sus programas electorales el cambio de nombre del Ayuntamiento.

Al no haber prosperado la iniciativa del cambio de denominación, se aprobó mediante reunión asamblearia de vecinos, celebrada el día 30 de mayo de 1992, la propuesta de segregación. En la misma, se acordó también constituir la Comisión Gestora de Seguimiento, que habría de encargarse de los trámites para la creación del nuevo ayuntamiento.

A partir de ese momento, los acontecimientos se suceden sin pausa hasta que el 10 de diciembre de 1993, se presenta en el Ayuntamiento de Cervo el expediente de segregación de Burela. El 25 de marzo de 1994 se trata en el Ayuntamiento y posteriormente es remitido a la Xunta de Galicia, institución que el día 15 de diciembre de 1994 emite un decreto por el que se aprueba la segregación de la parroquia de Santa María de Burela del Ayuntamiento de Cervo.

El día 1 de enero de 1995 se constituía la Comisión Gestora del recién creado Ayuntamiento, con el objetivo de regirlo hasta las próximas elecciones municipales, que se celebraron cuatro meses más tarde.